El profesor enfurecido por el barullo y la falta de atención que mostraban los alumnos en el aula, hizo que dijera en tono grave:-¿Estas atento, alumno?, apuntando su dedo amenazador. En mi dirección.
Como es obvio, no contesté. En estas últimas semanas mi mente ha viajado entre el mundo paralelo y este mundo. Ya no recuerdo el tiempo que tengo de no ver un anime, desde mi último post sobre Afro Samurai, una envoltura de números y teorías me han envuelto como a un chicle ... de frutilla. Haciendome prisionero del estudio y eso, de alguna manera tengo que soportar.
¡Estudios!,¡Clases!,¡Amanecidas!, todo listo para ser intercambiado por un buen anime más una taza de chocolate caliente y un buen sofá. Eso sería el deseo, pero la realidad es otra ... y dolorosa.
Daría todo porque el profesor hiciera una pregunta sobre animes ... como por ejemplo: -¿Quién me puede decir el color de la camisa de chado en el tomo 5 de Bleach?, Bueno ... no sabría responder, pero me encantaría que hiciese esa pregunta.
-Lo siento profesor, ¿Cuál fué la pregunta?.-Respondí confundido, recuperando los sentidos y volviendo a pisar el campo de batalla. El profesor me observaba desde su tanque de guerra con el ceño fruncido y sus ojos que hechaban crispas y lo digo literalmente.
-¿En qué mundo vives?.-Dijo colérico el anciano maestro, dibujando arrugas donde no las había y remarcando donde ya las tenía.
Bueno, Pude responder esa pregunta de mil maneras ... ¿En qué mundo?, Tal vez en un mundo loco, fictisio, irreal, colorido, superficial, ilógico, irracional, incomprendido, intolerante, inaceptable. Pero que llena de felicidad y fantasía.
-Lo lamento, estuve distraído.-Respondí, tragandome mis ideas.
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