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domingo, 21 de febrero de 2010

Dragon Ball Kai ... una más para el niño mono.

«¡Oh!, ¡Dragon ball! ... ¡Dragon ball! ... ¡Dragon ball!. ¡OH!, Su deidad, permite que este pobre mortal escriba sobre usted. Y espero que su ira sea mínima si lo que escribo no es de su agrado».
Celebrando su vigésimo aniversario, el dragón vuelve, despierta, pero ahora en High definition, ¡uy! se le verán hasta las escamas ... ¡¡Que emoción!!.
Un punto más para la serie que marcó mito en todo el mundo, la saga que traumo a infinidad de niños.
Quién no lanzó un kame-hame-ha en la locura por destruir a un compañerito de aula, quién no coleccionó los interminables álbumes con la esperanza de llenarlos pero que al final, faltó un stiker, seguramente perdido en la distribuidora. Claro, me incluyo en esa bandada de palomas inocentes.
Disfruté de la serie como un inocente Querubín, me interné en el mundo del dragón, volé sobre su lomo por las nubes acariciando su piel áspera en busca de las siete esferas.
En ese tiempo la palabra anime y todo lo relacionado a ese mundo era desconocido para mí. Ahora no lo es tanto, han pasado varios años y el Dragón sigue en vuelo, el pequeño niño mono no deja descansar su leyenda ... y sus fanáticos siguen su sendero como fieles pastores.
Digo "sus" porque ahora si me excluyo de ese grupo de sayayines que no dudarían en convertirse en monos gigantes si llegan a ver la luna llena.
Ese grupo de guerreros Z que tendrían que hacerse de algunas páginas en el libro de la selva.
Aunque tengo que admitir mi deseo de ser freezer y destruir a toda esa pandilla de sayayines viviendo en la tierra o erguirme como un noble caballero y atravesar el corazón
del Dragón terminando por fin su exagerado dominio.
Tal vez, la "Genkidama" de emociones que despierta esta serie en algunos incautos fanáticos, sea por los "kaio-ken" de nostalgia acumulados en su espíritu, no lo sé ... ¡tal vez!.
Bueno, es mi humilde opinión, no soy un experto en el tema ni desearía serlo pero sería bueno si dejan descansar al fiero dragón en su cueva y seder el paso a nuevas y por qué no, mejores series.
Ahora me voy volando ... ¡¡Nube voladora ven a mí!!

viernes, 19 de febrero de 2010

Summer Wars ... "La batalla por el Honor".

¡¡Retroceder nunca, rendirse jamás!!

«Ayer tuve un sueño, soñé que flotaba en un mundo distinto, no existían humanos, el olor a humo y los sonidos de los autos eran solo recuerdos de tiempos primitivos».
-¿Qué no harías por tus seres queridos?.
Es la pregunta que deambula por mi mente después de ver summer wars, no sé como explicar lo que sentí, quiero evitar la cursilería, pero tampoco puedo asesinar mis emociones.
Una película de Mamoru Hosoda, el mismo director de "La chica que salta a través del tiempo". Ganador del Tokyo Anime Awards con siete galardones, entre ellos a "Animación del año" y "Mejor película de Animación Nacional".
"OZ" es un mundo virtual, donde las personas de todo el mundo tienen acceso libre desde sus computadoras, celulares o inclusive desde sus televisores. Facilitando la comunicación de los usuarios, por lo que su funsión se vuelve indispensable. También te permite crear un AVATAR, una personalidad virtual, otorgando un sin fin de opciones divertidas para un mejor desempeño.
Si te agradan los ordenadores, tienes pasión por la realidad virtual, seguramente este film te envolverá en un mundo GEEK, que las sagas interminables de DIGIMON envidiaran. La realidad y la ficción se encuentran como dos meteoritos impactando en nuestras emociones. Tal vez sea el sueño futuro de Bill Gates o la pesadilla de algún LAMER en la Web.
Fuerza, ingenio y valor se fusionan para vencer al mal, evitando que una crisis de proporciones mundiales se expanda.

King kazma (Kazuma Ikezawa) se lanza a la batalla como un temible Aquiles, caminando sobre el viento para salvar a sus seres queridos. Donde no existirá Troya que resista la determinación de sus sentimientos.

Kenji Koise, apasionado de las matemáticas y la informática, tratará de dar su vida al proteger a una familia que conoce poco menos de 4 días. Pero por la cual sería capaz de atravesar una odisea de 10 años como un persistente Ulises.
Natsuki Shinohara, encadenada a sus temores y confusiones como una princesa Andrómeda, luchará por la memoria de su abuela, deslumbrando con deidad como la más hermosa Ninfa.
Y ese es el caso, luchar o dejar que nos maten de una estocada o disparen a quemarropa.
-¿Qué no harías por tus seres queridos?.
Después de presenciar una muerte, la vida deja de ser la misma, perdemos el tono colorido de nuestros sueños, el verano se vuelve sombrío, el sol termina por parecer un imenso agujero negro a punto de arrastrar toda vida en la tierra. Pero cuando se tiene la calidez de los seres amados, cuando esa unión se vuelve inquebrantable, no existe oscuridad que perturbe, ciege o abrume.

jueves, 18 de febrero de 2010

Genshiken ... ¿Otaku? o a puertas de ¡¡Serlo!!! ...

Si me dices Otaku otra vez, probarás el poder de mi ¡¡¡KAME-HAME-HA!!!

«El universo inmensamente cruel, cobija mis sueños en estrellas fugases, viajando como puntos radiantes hacia agujeros negros. Soy una estrella aislada, brillando solitariamente en la oscuridad del infinito y no estoy seguro de volver a relucir en la noche estrellada de aquellos recuerdos que se pierden como estrellas que caen diariamente».

-¿Ver animes te convierte en Otaku?.
-¿Ver muchos animes te convierte en Otaku?.

-¿Creer que eres Otaku te convierte en Otaku?,
o simplemente es otro estúpido calificativo que se marca invisiblemente en la piel para diferenciar del resto de los mortales a un determinado grupo de personas por el simple hecho de hacer cosas poco "comúnes". Si pudieramos volar y ver el mundo desde arriba, tendríamos la ligera sensación de gloria, porque hasta los problemas más gigantescos se encogen al verlos desde un punto alto, al igual que ser o no Otaku.

El problema no es aficionarse a los personajes coloridos que vienen importados con estampilla desde el otro lado de la tierra, el problema como en todo, es la aceptación de uno y del resto ... porque aunque hagamos oídos sordos a las críticas punzantes del resto de los terrícolas, siempre queda una dosis de veneno malicioso recorriendo nuestras venas, intoxicandonos al punto de preguntar si es normal o no, reír, llorar, gritar, emocionarse al ver un anime o leer un manga ... tal vez sea extremo pero vivir ya es una desición extremista. Y Tal vez sea ese sentimiento lo que marque la diferencia, entre anime y un simple dibujo animado.

La pasión por salir de la rutina nos vuelve inmediatamente distintos, volviendonos como héroes griegos antes de una batalla, decididos a defender
nuestro honor, en este caso a defender nuestros sueños, nuestra pasión, nuestro tesoro al final del arco iris, nuestro pequeño mundo, habitado por personas diferentes y a la vez iguales.
Alejados de ese mundo que agobia ... que asfixia, que discrimina, que hiere.

Negandonos la victoria al final de la batalla, dirigiendonos el pulgar caído, encarcelandonos para volver a mandarnos a la arena como gladiadores derrotados. Y tal vez por esa razón decir que soy otaku, sería aceptar que soy distinto, una nueva especie, una mancha en la camisa recién lavada.
Aunque no esté en lo cierto, es decisión de cada uno, si caer en picada como un Ícaro desgarrado por la furia del Sol ... o alzar vuelo como un imponente pegaso.